En un primera sesión les pedí que para el próximo día preguntasen a sus familiares algunas adivinanzas que conociesen. Al día siguiente expusieron las adivinanzas y así fuimos analizando la estructura de las mismas para que sirviesen de modelo para la que ellos debían crear.
A continuación, cada alumno creó su propia adivinanza y realizamos un concurso. En cada grupo el concurso se llevo a cabo de distinta forma.
En 1º A pedí a los alumnos que escribiesen en medio folio su adivinanza y en el otro medio yo anoté la solución de cada una. Hicimos dos equipos, intercambiamos las adivinanzas y mezclamos los folios de las adivinanzas con los de las soluciones. Cada equipo debía, en el menor tiempo posible, buscar el folio de la adivinanza y el de la respuesta y colocarlo juntos. Ganaba el equipo que más adivinanzas correctas formase. Como los dos equipos lo hicieron muy rápido, para finalizar la actividad las escribieron en folios de colores y las colgamos en nuestro "Rincón literario" en el aula.
En 1º B cada alumno escribió en un folio su adivinanza y las colgamos por la clase. A cada adivinanza le asignamos un número. Los alumnos tenían una plantilla con los números de las adivinanzas y debían ir pasando por la clase para leerlas y anotar la respuesta que ellos creían que era correcta. Cuando todo el grupo terminó, recogí las plantillas y las repartí para que cada uno corrigiese la de un compañero o compañera y así evitar posibles trampas, pues todos querían ganar el concurso. Leímos en voz alta las adivinanzas y fuimos anotando los aciertos en la plantilla. La ganadora fue Tania con 12 adivinanzas acertadas.
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